Esta entrada en mi blog está dedicada a la última actividad
que realizamos en clase, en la cual teníamos que elegir dos caras que nos
representaran durante este cuatrimestre que hemos trabajado juntos. La idea me
pareció muy buena ya que cada uno de mis compañeros le dieron un significado
diferente a las mismas caritas y eso me hizo ver que cada uno vemos las cosas de
una forma distintas.
Respecto a mis caras, la primera fue la número dos porque en
ella vi una expresión de aburrimiento o de no saber entender varias cosas.
Cuando empezaron las clases no entendía bien esta forma de dar clase ni le veía
sentido a esta forma de evaluar porque no estaba acostumbrada a ello y, para
mí, esto era totalmente nuevo. Poco a poco, según iban pasando los días,
entendí cierta cosas pero había otras tantas que no lograba entender o
simplemente no compartía las mismas opiniones del profesor.
Pero a día de hoy, elegiría la cara nuevo tres, ya que
después de estos meses trabajando esta forma de dar las clases, entendí que no
todo tiene que ser apuntes y exámenes, además de que innovar un está nada mal,
siempre y cuando se haga con un criterio. Por este motivo, esta cara para mí me
transmite satisfacción porque por muchos 'cabreos' que haya tenido conmigo mismas
y no compartir ciertas cosas, he comprendido que la escuela no solo son las
clases tradiciones aunque sea lo más cómodo para los profesores, sino que es
importante que se innove y los niños trabajen conjuntamente para que aprendan
unos de otros, además de trabajar por proyectos para que así aprendan a
investigar, trabajar en grupo y ver que una misma pregunta puede tener
distintas respuestas correctas.
En conclusión puedo decir que por muchos quebraderos de
cabeza que haya tenido estos meses de clase, me ha gustado darme cuenta que en
mis manos puede estar cambiar las clases tradiciones por otras más dinámicas e
interesantes para los niños y con un poquito de empeño por mi parte e
investigaciones mías (a través de nuevas tecnologías) puedo hacer de mis clases
cualquier cosa que me proponga. Además, motivaré a mis alumnos de la mejor
forma que pueda para que la escuela para ellos sea un lugar bueno y a la cual
quieran asistir todos los días. Puede ser que esto sea difícil, pero 'si se quiere, se puede'.