Después de leer varios artículos y trabajar sobre las
pregunta del tercer proyecto, he llegado
a la conclusión de que muchas veces confundimos estos dos conceptos.
Es verdad que queda muy bonito decir que tienes vocación por
una profesión o por algo concreto pero las personas no nacemos sabiendo que queremos
ser y por ello, es algo muy relativo. Además, las personas que si creen que
tienen esa vocación, en mi opinión, pueden pensar que son "mejores"
que tu porque ellas tienen un fin en su vida.
Pero lo verdaderamente importante es la motivación porque lo
que te influye es lo que tienes al rededor. Si hay gente que te anima y te
muestra desde dentro de una profesión sus pros y sus contras esto hace que te
animen a elegirla o, por el contrario, te decidas por otra que quizás te
sientas más acomodo.
Después de la entrevista de Begoña he podido ver esta
diferencia, ya que nos puso un ejemplo muy actual. Este ejemplo era que,
normalmente, los médicos vienen de familias de médicos. Por ello, lo que
influye no es la vocación que tiene esa persona sino la motivación que influye
de su alrededor.
Por otro lado, y por experiencia propia, yo después de ver
esta diferencia he podido llegar a la conclusión de que quiero ser maestra
porque la gente de mi alrededor me ha motivado a ello porque es lo que he
vivido siempre en casa y pienso que lo mejor que puedo hacer es trabajar de
maestra ya que conozco de primera mano sus ventajas y sus inconvenientes.
También pienso que los profesores deberían estar más respetados
en la sociedad porque hacen una labor muy importante en la educación y en la
enseñanza de los niños.
En definitiva, la vocación no es algo influyen en tus
decisiones aunque muchas personas se "empeñen" en decir que sí y lo
que importa de verdad es la motivación que tu recibas.